El Domingo siguiente a Domingo de Resurrección es el Domingo de la Misericordia.
Se trata de una fiesta litúrgica instaurada por el Papa San Juan Pablo II, por inspiración de Santa Faustina Kowalska.
La salvación se instrumenta a través de la Caridad, que es infusa, que se recibe a través del bautismo, y que viene siempre con la Esperanza, virtud teologal por la que sabemos que Dios es más fuerte que el pecado y que la muerte, y que con su Pasión y por su Muerte nos ha redimido, y perdona los pecados a todos los que, acogiéndose a los méritos de Cristo, usen la Confesión sacramental como medio de penitencia para alcanzar el perdón de sus pecados personales, por grandes que sean. SIEMPRE hay esperanza :
El Domingo de la Misericordia es un día especialmente favorable para acogerse a la divina Misericordia:
En ese día Dios colma de gracias a todas la personas:
Es muy importante rezar incesantemente la coronilla de la divina Misericordia:
Las almas del purgatorio también se benefician de este día. Se benefician todos los días pero especialmente hoy, ya que la Misericordia es para todos. Así lo explica Santa Faustina Kowalska en relación con la novena que Jesucristo le pidió que hiciera antes de la fiesta de la divina Misericordia, empezando el Viernes Santo:
Esto es para el octavo día:
Ahora le toca a usted. Haga la novena. Vale con retraso. Y sobre todo, ofrezca cada día una indulgencia plenaria por un alma del purgatorio. El modo de hacerlo lo encontrarán resumido haciendo click aquí o por extenso haciendo click aquí. También encontrarán un video abajo, en el que el Padre Loring S.J. explica cómo podemos sacar cada día un alma del purgatorio.