El Papa Francisco acaba de abrir, a las 19 horas de hoy, Nochebuena de 2024, la puerta Santa. La bula de convocatoria del jubileo pueden encontrarla haciendo click aquí. En ella se nos recuerda que «como sabemos por experiencia personal, el pecado “deja huella”, lleva consigo unas consecuencias; no sólo exteriores, en cuanto consecuencias del mal cometido, sino también interiores, en cuanto «todo pecado, incluso venial, entraña apego desordenado a las criaturas que es necesario purificar, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio».
Recordemos que el primer requisito, y el más difícil de cumplir, para ganar una indulgencia plenaria y ofrecerla por alguna alma de purgatorio, es la aversión a todo pecado venial. Para que las obras externas de purificación que operamos con el ánimo de ganar una indulgencia plenaria fructifica en el alma y podamos ganar esa indulgencia para nosotros mismos que podemos ofrecer por cualquier arma que esté en el purgatorio, es necesario que el corazón haga un acto de caridad de tal modo que manifieste una expresa y determinada aversión a todo pecado incluso venial. Pero aunque sea difícil para nosotros, los hombres, no lo es para Dios, porque la aversión al pecado es fruto de la caridad, y esta es infusa de nuestra alma. Dios nos la jarrea sin límites, con la forma de la sangre de su Hijo Jesucristo, para que podamos ser salvos, y para que podamos beneficiar a los demás con los actos salvíficos de Jesucristo en forma de misericordia. También con las almas del purgatorio, aunque aunque ellas ya no puedan merecer nada por sí mismas, si pueden recibir las gracias que nosotros ganemos por ellas, en su beneficio.
Para este año santo la penitenciaría apostólica ha establecido formas especiales para obtener la indulgencia plenaria, que pueden conocer haciendo click aquí.
Aparte de poder ganar indulgencia en las peregrinaciones, lo que impone la participación en las mismas, es de notar que no hace falta viajar a Roma: también se puede obtener la indulgencia plenaria en la iglesia catedral de cualquier diócesis o en las y lugares sagrados designados por el Ordinario de cada lugar. Lo que significa que, por ejemplo, una persona que viva en Ávila, puede ganar la indulgencia en la catedral de Ávila. Es más, como la cuestión es SER peregrinos y testigos de la esperanza,
«Del mismo modo, los fieles podrán conseguir la Indulgencia jubilar si se dirigirán a visitar por un tiempo adecuado a los hermanos que se encuentran en necesidad o en dificultad (enfermos, encarcelados, ancianos en soledad, personas con capacidades diferentes…), como realizando una peregrinación hacia Cristo presente en ellos (cfr. Mt 25, 34-36) y siguiendo las habituales condiciones espirituales, sacramentales y de oración. Los fieles, sin duda, podrán repetir tales visitas en el curso del Año Santo, obteniendo en cada una de ellas la Indulgencia plenaria, incluso cotidianamente».
Y como la misericordia y la esperanza son también para las almas del purgatorio, con carácter excepcional se pueden ganar durante este año DOS indulgencias plenaria al día, comulgando dos veces: los fieles que hayan emitido el acto de caridad en favor de las almas del Purgatorio, si se acercan legítimamente al sacramento de la Comunión una segunda vez en el mismo día, podrán conseguir dos veces en el mismo día la Indulgencia plenaria, aplicable solo a los difuntos, haciendo así, por medio de esta doble oblación, se realiza un laudable ejercicio de caridad sobrenatural, por el vínculo mediante el cual están unidos en el Cuerpo místico de Cristo los fieles que aun peregrinan en la tierra, junto con aquellos que ya han terminado su camino, pues “la indulgencia jubilar, en virtud de la oración, está destinada en particular a los que nos han precedido, para que obtengan plena misericordia»:
«No obstante la norma según la cual se puede conseguir sólo una Indulgencia plenaria al día (cfr. Enchiridion Indulgentiarum, IV ed., norm. 18, § 1), los fieles que habrán emitido el acto de caridad en favor de las almas del Purgatorio, si se acercan legítimamente al sacramento de la Comunión una segunda vez en el mismo día, podrán conseguir dos veces en el mismo día la Indulgencia plenaria, aplicable solo a los difuntos (se entiende al interno de una celebración Eucarística; cfr. can 917 y Pontificia Comisión para la interpretación auténtica del CIC, Responsa ad dubia, 1, 11 jul. 1984). A través de esta doble oblación, se realiza un laudable ejercicio de caridad sobrenatural, por el vínculo mediante el cual están unidos en el Cuerpo místico de Cristo los fieles que aun peregrinan en la tierra, junto con aquellos que ya han terminado su camino, pues “la indulgencia jubilar, en virtud de la oración, está destinada en particular a los que nos han precedido, para que obtengan plena misericordia” (Spes non confundit, 22)».
Este será, pues, un año especialmente intenso para los cofrades de esta cofradía, porque podremos ganar DOS indulgencias plenarias al día, al tiempo que estamos también DOS veces con la presencia real de Jesucristo en nuestro cuerpo. Alabado sea Dios. No pierda ninguna oportunidad: son 365*2=730 almas que usted puede sacar del purgatorio en un año.