La Iglesia es triunfante, purgante y militante. Es triunfante la parte de la comunidad que ya está en el Cielo. Es militante todo miembro de la comunidad que, como usted, todavía está vivo. Y es purgante el miembro de la comunidad que está muerto y no está en el cielo, sino en el purgatorio.
148.- ¿Dónde se hallan los miembros de la Iglesia? – Los miembros de la Iglesia se hallan, parte en el cielo, y forman la Iglesia triunfante; parte en el purgatorio, y forman la Iglesia purgante o paciente, y parte sobre la tierra, y forman la Iglesia militante.
Del Catecismo mayor de San Pío X
Por el purgatorio pasan todos los que mueren en pecado venial.
1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
San Juan Pablo II, Catecismo de la Iglesia Católica,
790. ¿Van inmediatamente al cielo los que mueren después de recibida la absolución, pero antes de haber plenamente satisfecho a la justicia de Dios? – No, señor; van al purgatorio, para satisfacer allí a la justicia de Dios y purificarse enteramente.
Del Catecismo mayor de San Pío X
Las almas del purgatorio sufren mucho.
1031 La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador: «Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, Dialogi 4, 41, 3).
San Juan Pablo II, Catecismo de la Iglesia Católica.
Los miembros de la Iglesia militante -usted, si es cristiano- podemos aliviar las penas de las almas del purgatorio.
791. ¿Podemos aliviar en sus penas a las almas del Purgatorio? – Sí, señor; podemos aliviar en sus penas a las almas del purgatorio con oraciones, limosnas, toda suerte de buenas obras, indulgencias y sobre todo, con el santo sacrificio de la Misa..
Del Catecismo mayor de San Pío X
Porque la caridad une a la única iglesia, triunfante, purgante y militante.
224.- ¿Se extiende también al cielo y al purgatorio la comunión de los santos? – Sí señor; la comunión de los santos se extiende también al cielo y al purgatorio, porque la caridad une las tres Iglesias: triunfante, purgante y militante; los santos ruegan a Dios por nosotros y por las almas del purgatorio, y nosotros damos honor y gloria a los santos, y podemos aliviar a las almas del purgatorio aplicándoles en sufragio misas, limosnas, indulgencias y otras buenas obras.
Del Catecismo mayor de San Pío X
También usted tiene obligación de orar por las almas del purgatorio. Es una obligación de caridad, y por tanto especialmente importante.
279.- ¿Por quiénes hemos de orar? – Hemos de orar por todos, a saber: por nosotros mismos, por nuestros padres, superiores, bienhechores, amigos y enemigos; por la conversión de los pobres pecadores, de los que están fuera de la Iglesia y por las benditas almas del purgatorio.
Del Catecismo mayor de San Pío X
Los que todavía estamos en la tierra podemos hacer mucho para aliviar las penas de los que están en el purgatorio. En particular, podemos SACARLOS DE ALLÍ ofreciendo por ellos una indulgencia plenaria.
807. ¿Pueden aplicarse también las indulgencias a las almas del purgatorio? – Sí, señor; las indulgencias pueden aplicarse también a las almas del purgatorio, siempre que lo declare quien las otorga.
Del Catecismo mayor de San Pío X.
En otras palabras, USTED tiene una OBLIGACIÓN de caridad con las almas del purgatorio, que consiste en aliviar su sufrimiento lucrando cada día una indulgencia plenaria y ofreciéndola por un alma del purgatorio.